Marco Referencial

 El condicionamiento operante, desarrollado por B.F. Skinner, es un proceso mediante el cual se fortalece o debilita una conducta en función de sus consecuencias. Según Skinner, "la conducta que es reforzada tiende a repetirse; la que no lo es, tiende a extinguirse" (Psicología Online, 2022). En este tipo de aprendizaje, el refuerzo (como la comida) se presenta después de una respuesta deseada, aumentando así la probabilidad de que vuelva a ocurrir.

Para estudiar este fenómeno, Skinner utilizó una caja experimental en la que una rata debía presionar una palanca para recibir comida. Esto le permitió demostrar cómo los animales aprenden por consecuencias y no solo por asociaciones pasivas, como proponía el condicionamiento clásico. Tal como se explica en Actualidad en Psicología, "el sujeto aprende una conducta nueva como resultado de los efectos que esta conducta produce en el entorno" (2022).

En el caso específico de nuestro experimento, usamos el principio del condicionamiento operante para enseñar a una rata a distinguir entre dos figuras geométricas: un triángulo (asociado con comida) y un círculo (sin recompensa). Esto se relaciona con estudios de discriminación visual en animales, donde "los estímulos visuales pueden ser diferenciados por las ratas cuando se condicionan adecuadamente, incluso en tareas complejas" (Acta Comportamentalia, 2012).

Este tipo de aprendizaje va más allá de una simple respuesta mecánica. Involucra procesos como la atención, la memoria a corto plazo y la motivación. Como señala un artículo de Acta Comportamentalia, "la presentación de estímulos discriminativos y el uso de reforzadores eficaces permiten que los sujetos aprendan tareas de elección condicional con alto nivel de precisión" (Zepeda et al., 2012).

A continuación, te mostramos cómo aplicamos estos principios paso a paso: el diseño experimental, las herramientas utilizadas y nuestro enfoque para estudiar el condicionamiento en ratas